domingo, 25 de octubre de 2009

Hijos y familia

Obviamente existen muchos tipos de familia, y lo mejor es que todas tienen una mezcla de todas, provengo de una familia pequeña, con un hermano, y dos papás, dos papás que cada día de nuestra existencia han estado pendientes de nosotros sus hijos, y ahora de sus nietos, mis papás y es algo que me enorgullece mucho, siempre entregan y nunca han esperado que como hijos tengamos que pagarles por ello. Pero también sé que eso no es algo común en todas las familias, siempre he pensado, y creo que actúo basándome en esto, que los hijos son solo responsabilidad de sus padres, que nadie más tiene obligaciones con nuestros hijos, que los que quieran colaborarnos lo hacen de buen corazón y no porque tengan obligación alguna, con ésto no estoy afirmando que no debamos ayudarnos, no así no es, porque antes ya lo escribía en otro artículo , acerca de lo desastroso que es el egoísmo. Y hablando del egoísmo, por que será que hay familias que creen que solo ellos deben recibir pero no entregar?, nosotros como padres debemos siempre entregar, y eso es algo que por más duro que sea no tiene porque cansarnos , nuestros hijos no son lo que queremos que sean en la mayoría de los casos, pero no por ello dejan de ser nuestros hijos, y no por ello debemos dejar de estar ahí en cada momento demóstrandoles lo que los amamos.
Alguna vez una amiga, muy querida me decía, que hay que sembrar para recoger, y eso es bastante cierto, yo sé que lo que estoy sembrando en mis hijos tendrá que tener su buena recompensa, en verlos como seres humanos adultos, responsables, autónomos, trabajadores, y que siempre en cada día de su vida, tengan claro que lo más importante es su autorespeto y autocuidado, y que basándose en eso, puedan ayudar y acompañar a otras personas que encuentren en su caminar.
Lo más grande que tenemos cuando somos padres, es entregar y recibir a cambio, su amor, amor que lo manifestarán de muchas maneras, algunos con palabras, otros con sus actuaciones, pero sobre todo que ellos como hijos nuestros nunca, nunca sientan miedo ni temor, en decirnos cuando no están de acuerdo con nosotros, que sean capaces de protestarnos, que cuando nos estemos equivocando como papás nos los puedan decir , sin temor a que les pongamos represalias, porque ellos como hijos son los que nos retroalimentan como seres humanos, ellos, a través de su papel de hijos, nos ayudan a mejorar y a corregir, y jamás caigamos en la retrógrada idea que si nos dicen lo que piensan es porque nos están faltando al respeto, al contrario nos respetan y nos quieren tanto que les importamos y se toman la molestia de decirnos en que están y en que no están de acuerdo.