domingo, 29 de noviembre de 2009

Preámbulos

Se aproxima la ëpoca navideña, y a todos o por lo menos a casi todos nos entran los recuerdos, las nostalgias y las añoranzas, particularmente a mi, me hace vivir a través de mis hijos, la alegría y la ilusión que tienen de hacer sus cartas al niño Dios, y a los reyes magos, escoger, entre tanto que quisieran tener, algunos regalos, porque obviamente el niño Dios, no debe complacer en todo lo que se les antoje a los pequeños..

Todas esas nostalgias, siento que en ésta época se magnifican, empezamos a sentir que todo es maravilloso , que todos nos amamos entre si(eso sería genial) pero la verdad es que somos humanos, y también es la verdad que no nos amamos entre todos...si algo de eso fuera cierto, pues ya sabemos de sobra, que no existirían o por lo menos no fueran tan comunes todas esas enfermedades humanas, como la envidia, el egoísmo, la indiferencia, etc etc, si entre nosotros los humanos, practicaramos más la amistad, como ya lo decia, el gran Sócrates, no habría necesidad de justicia, y de paso pienso yo, no habría que convivir con esas desleales conductas humanas.

Pero hay algo que si comparto mucho y es el hecho de poner todo nuestro empeño, para que todo el espíritu navideño que ahora nos embarga, permanezca durante todo el año siguiente, así por lo tanto, hablaremos menos mal del prójimo, ayudaremos más a todo el que nos necesite, conduciremos mejor en las calles, porque sabremos que a nuestro lado van otras personas, respetaremos más, nos reiremos más, disfrutaremos comiendo, porque ya hasta eso es imposible en estos tiempos (por aquello de la línea perfecta), en fin creo que sucederían infinitas cosas buenas, en nuestra vida, por la navidad y por los días posteriores a la navidad.