sábado, 30 de octubre de 2021

Entregar

Cuando nos vamos haciendo adultos, tenemos la tarea, entre otras de escoger que trabajo queremos desarrollar para sentirnos satisfechos y encontrar una forma de subsistir. Cuando estaba en el cole, quería ser Psicóloga, coleccionaba la enciclopedia de la psicología que venía por fascículos, en la hora del recreo iba a conversar con la Psicóloga del colegio; cuando terminé el bachillerato no pude estudiarlo porque no existía en ese momento la carrera en la ciudad donde yo vivía, así que tenía que pensar que quería estudiar. El día anterior a entregar el formulario de inscripción, sin saber muy bien por qué, escogí estudiar Fisioterapia y me ha encantado, siempre digo que tuve mucha suerte en esa elección de "último momento".

Durante varios años me dediqué a criar a mis hijos, nos trasladabamos de ciudad y de país por el trabajo de su padre, éstos cambios de vivienda  nos ha enriquecido a todos y creo que nos ha servido para comprender por vivencia propia que todos somos lo mismo pero nacidos en lugares diferentes. Pero no es a eso a lo que quiero referirme sino a mi escogencia de profesión

La fisioterapia, así como toda las carreras del área de la salud, solo deberían estudiarse por vocación, porque requiere estudio permanente, mucho trabajo por remuneraciones bajas si nos comparamos con otros trabajos, entrega y ayuda desinteresada.

Desde hace un tiempo largo ya, he decidido seguir la rama de las medicinas "diferentes" a la que aprendí en la universidad y cada día veo con más claridad que son un complemento excelente para tratar pacientes, estas medicinas no generan complicaciones, no dañan órganos, todo lo contrario, al no usarse fármacos le damos al organismo la posibilidad de sanar de una forma más natural y beneficiosa.

Cuando recibo a un paciente en mi consulta, observo, pregunto, escucho, evalúo y así decido como empezar a tratarle. Le explico que vamos a hacer y que resultados espero que logremos juntos porque la sanación es conjunta de el/la paciente queriendo sanar y de mi aportando todo para que el/ella sane. La satisfacción que siento cuando sale sintiéndose mejor, es algo que no puedo describir.

Si tenemos la oportunidad de entregar nuestro trabajo con amor seremos aun más felices, porque estaremos más llenos y serenos. Buen día!


 

jueves, 6 de mayo de 2021

Violencia enquistada

 Violencia enquistada

Tengo una tristeza infinita como la tendrán muchas madres y padres de víctimas de las armas y como la tenemos muchos Colombianos que llevamos viendo con impotencia y dolor que la vida no se respete.

Me duele ver como pueden decir algunos: algo habrán hecho, es que no trabajan, son pobres porque quieren, las fuerzas armadas tienen que defenderse.

Definitivamente están logrando con nosotros lo que los que mandan en nuestro país quieren: que seamos indolentes y justifiquemos los asesinatos.

Sé que pasarán muchos muchos años para que esto vaya acabando, sé que yo no lo veré, pero creo que ya es hora que todos echemos mano del corazón y del alma y entendamos que LA VIDA SE RESPETA, que nadie nadie tiene el derecho de acabar con la vida de otro ser humano.

Admiro las personas que trabajan activamente en el proceso de paz, conlleva mucho esfuerzo y muchos contratiempos. Admiro infinitamente que personas victimas de la violencia se unan y perdonen a sus victimarios, estas cosas se están haciendo en nuestro país pero mucha gente lo desconoce.

La barbarie, debería empezar a tener su fin, pero para que eso sea posible cada colombiano que viva dentro o fuera de Colombia, debería entender que la violencia es producto de la corrupción que hemos tenido por décadas, de la desigualdad, de que la gente clase media crea que los pobres no tienen derechos y que si se matan...pues allá ellos. 

Nuestra educación pública es desastrosa porque se invierte más en armas, aviones de guerra que en educación. Muchos de esos adultos vándalos fueron niños de madres violadas, que crecieron en barrios violentos, pobres y olvidados de nuestros gobiernos corruptos.

Ya estoy harta que a quienes sufrimos por esta desigualdad y que queremos que se erradique esa corrupción se nos llame comunistas, estoy harta que manipulen con venezuela y su maduro y que haya gente que considero inteligente que se lo crea.

 Nací en la cara buena de la moneda y aun así, considero que no soy más que nadie, considero que debemos luchar por bajar a esos políticos asquerosos que nos desangran y que fomentan la desigualdad para seguir regalando nuestro país y sus riquezas a manos extranjeras, es que acaso no vemos que el dia que en latinoamerica se nos agoten los recursos ya poco le quedará a la humanidad?

Por favor un minuto de silencio y de empatía, pongamonos en el lugar de ese niño que nace en esas condiciones y visualicemoslo de adulto, puede que así podamos entender el verdadero origen del problema. 


miércoles, 25 de diciembre de 2019

Navidad

Por éstas fechas, todos nos volvemos filósofos, todos sabemos disfrutar de la familia, todos damos gracias por lo que tenemos que por supuesto no es lo material (ironía pura y dura de mi parte)

Me pregunto y si todo es tan maravilloso por que pasan todas las desgracias humanas posibles: asesinatos, violaciones, robos, abusos sexuales a menores, es algo así como " mis hijos si me importan los de los demás no?"

Celebramos el nacimiento de Jesús, mi persona favorita dentro del catolicismo. El que nos quiso mostrar un "Reino diferente" el que peleaba con los usureros, el que nos repetía que nos amasemos los unos a los otros, el que caminaba con sandalias y vestía ropa barata, el que compartía todo lo que tenía...si lo miramos con perspectiva un comunista en toda regla, me pregunto: como puede una religión como la católica tener a este gran hombre como cabeza y sus creyentes ser seres que hacen apología a todo lo contrario de lo que el pregonaba? 

Feliz Natividad de Jesús dentro de cada uno de nosotros, a ver si logramos dejar cosas bonitas a la sociedad y no solo a nuestro núcleo familiar.

martes, 19 de abril de 2016

Mentiras

En éstos días me he dado cuenta que cada día llevo peor lo de las mentiras. No hablo solo de las mentiras que nos dicen los demás o las que decimos a los demás...Hablo de las mentiras que nos decimos a nosotros mismos, cuando queremos consciente o inconscientemente negar la realidad y/o transformarla a nuestro parecer.

Todos recordamos gran parte de nuestro pasado, mucho de el lo recordamos como quisiéramos recordarlo no como ha sido realmente. Supongo que esto debe ser un mecanismo interno que tenemos para hacernos sentir mejor o para que los daños que pudieron existir sean menos dañinos...
Pero mi pregunta es: Es bueno para uno mismo modificar nuestras versiones de la historia de la propia vida para sentirnos mejor y más cómodos?

Yo por momentos siento que es mejor recordar la historia más agradablemente de lo que ha sido, pero por otro lado creería que no es bueno que nos ocultemos a si mismos la verdadera versión de cómo ha sido, porque correremos el riesgo de terminar creyendonos nuestra "ideada" situación de una manera que nos podría traer consecuencias peores para nosotros mismos y para las personas que pudieran estar implicadas...

Siempre he sido partidaria de decir la verdad por más que duela y que me la digan así no me guste.
No me gusta cuando alguien por "quererme" inventa o modifica una situación, es algo con lo que no me siento cómoda. Y lo que noto es que a medida que pasan los años, prefiero reconocer la verdad verdadera y no la verdad a media porque me hace sentir mucho más sana y fuerte emocionalmente.
Ustedes que opinan?





miércoles, 3 de febrero de 2016

REVOLUCIÓN

Escuchando una canción de la radio, me quedé pensando porqué no intentamos todos hacer una revolución?
Pero no una revolución violenta que mueve masas. Una revolución dentro de cada uno.

Una revolución, en la que desentonemos siendo más coherentes, en la que seamos dueños de nuestros propios actos y que hagamos al contrario de lo que hacen todos: No echarle la culpa a las circunstancias sino mirar dentro de nosotros para saber en que estamos fallando.

Una revolución en la que no nos de verguenza mantener nuestros valores y principios, no nos sonrojemos porque digamos, con eso no estoy de acuerdo, hazlo tú pero yo no.

Una revolución en la que lo que se considera normal, pero para mi no lo es, no tenga que seguir esa anormalidad, como por ejemplo ir a misa, rezar y ser un hipócrita.

Una revolución en la que sepa que debo intentar mejorar cada día, que sepa claramente que no tengo derecho a pasar por encima de nadie y que debería ser una asignatura obligatoria la autoevaluación constante.

Una revolución en la que sea capaz de cambiar de trabajo si el que tengo va contra lo que yo siento y espero de la vida, una revolución donde cada día me planifique para lograr los cambios que quiero en mí, una revolución en la que como madre tenga claro que mi deber es educar a mis hijos, corregirlos, con amor, pero corregirlos.

Una revolución donde sea YO sea el único responsable de mi bienestar físico y emocional y que sepa que si no cuido esos dos ingredientes fundamentales, posiblemente tendré una vejez regular o indeseada.

Una revolución interior en la que cada día intente meditar, relajarme a pesar de las circunstancias que me rodeen.

Una revolución en la que tenga claro que las personas con las que convivo y me quieren, merecen lo mejor de mi, no los desconocidos que se cruzan por mi camino.

Una revolución en la que por fin entienda que entre más plásticos consuma, debo ser consciente que dentro de 40 años habrá más plástico en el mar que peces.

Una revolución que me haga entender que entre mas endeude con los bancos más felices son ellos y más infeliz soy yo.

En fin...en estas revoluciones es que pensaba hoy....



lunes, 14 de diciembre de 2015

Ya han pasado 18....

Revisando un poco en mi memoria, creo si temor a equivocarme, que desde hace 18 años que ejerzo la maternidad, no he tenido un solo día de arrepentimiento por llevarla a cabo.


Cuando pienso en mis hijos pequeños y recuerdo como disfrutaba bañándolos todos los días, dándoles pecho a tiempo completo, hasta que tuvieron más de 12 meses, me embarga una emoción inmensa, no cambio por nada esa sensación. 

Cuando estaba muy joven en la universidad y pensaba en si tener hijos o no, siempre decía en voz alta: si algún día los tengo quiero criarlos yo!. Y así he podido y querido hacerlo.

Mientras lo hice, no hubo dinero para muchas cosas que para mucha gente es normal, como irse de vacaciones, o comprar ropa y zapatos con frecuencia, pero eso nunca importó porque la alegría que me daba el protegerlos, enseñarles, ponerles música, jugar juegos de mesa con ellos, llevarlos al parque, estar cuando tenían miedo o estaban enfermos, compensaba todo lo que para otros era importante.

Mientras ejercía de madre, pude seguir estudiando cursos relacionados con mi carrera, también cursos fallidos de inglés, todo en un contexto de cambios de domicilios, ciudades y países por el trabajo de su padre.

El tiempo pasa y miro con alegría a este joven que comienza la adultez legal, para mí él, como para la mayoría de madres, es motivo de orgullo, él me da mas satisfacciones que lo que yo hubiera imaginado. Detrás de él, viene otro hijo con adolescencia a flor de piel que me enseña cada día a ser más tolerante porque me pone a prueba como madre de dos chicos.

Solo puedo agradecer a la Vida y a las circunstancias haber tenido esta oportunidad.
Agradecer a su padre por haberme regalado la mitad de lo que ellos son, a los abuelos por ser sus antecesores genéticos y ejemplos de amor hacia ellos y a los tíos y primos que siempre los han querido y aceptado. En este grupo de tíos, están por supuesto mis amigas y amigos que ayudan a dar el verdadero sentido a Nuestra Vida.



martes, 20 de octubre de 2015

Aprendizaje

Desde que leí hace ya muchos años acerca de los tipos de inteligencia que existen, aparte de la cognitiva(que es a la que más se le ha dado importancia), he creído firmemente en que si intentamos desarrollar las otras, por ejemplo la intrapersonal,  eso nos llevaría a ser seres más completos y realizados...

Ya no sé si será mejor vivir inconscientemente, porque el vivir consciente y analizandote creo que es definitivamente más difícil.
Todos sabemos que somos el cúmulo de experiencias desde que nos conciben hasta la actualidad..¡pero como pesa el darse cuenta que lo que creías,  no es así!

Existe una realidad y es la que es. Lo bueno de todo podría ser que al final aprendes más si lo tienes claro y eres capaz de tomar lo mejor y trabajar con lo que no es bueno para tí, para de ésta forma poder crecer y evolucionar como mejores personas y sobre todo ser felices con nosotros mismos.