viernes, 16 de abril de 2010

Parejas

Y me meteré en terrenos álgidos, de los que estoy segura habrán muchos que sabrán más que yo...no pretendo, impartir dogma, pero sí poner mi granito de arena, en un tema que por experiencia propia y ajena, he podido ir conociendo.

En estos momentos tengo, varias parejas amigas, que dolorosamente para mi y para ellas por supuesto, están en una crisis que parece los está conduciendo a la separación.
Y así como lo hago casi siempre con las cosas que suceden en mi vida, comienzo a analizar que puedo entender de las situaciones, y que puedo aprender para mi vida, y para entregarle a los que quieran aprender.

Como soy una necia, termino siendo el hombro para llorar, escuchando y dando pautas, que afortunadamente los que me conocen las saben aprovechar o desechar, (eso es elección de ellos), y posiblemente ahora tenga la oportunidad que de pronto puede leerme quien no me conozca, entonces trataré de plasmar algunos de mis pensamientos con respecto a ese complicado tema.
De manejo de noviazgos poco o nada conozco, pero en relaciones de convivencia diaria, que algunos llaman matrimonio, otros pareja, de eso si que conozco un poco más...aunque tengo que ser sincera.. sigo aprendiendo cada dia, y qué bueno que es!

Cuando me entero, de alguna boda próxima, porque alegremente me lo participan los culpables, jeje, les digo, no gasten tanto en la boda, y ahorren para la terapia de pareja, y sueno cruel, y despidiada, lo sé...pero cada día la experiencia ajena y propia me demuestra que no me alejo tanto dando ese consejo.
Llevar dia a dia, un matrimonio, es tarea de valientes, la verdad es mucho más fácil salir corriendo, y hacer como si nada hubiera pasado, y establecer lo más rápido posible otra relación, y con casi total certeza, relación condenada a fracaso, porque no hubo tiempo de recapacitar, de evaluar y de corregir. Y hablando de corregir, porque será que algunos tienen clarísimo el error en que incurrieron con su pareja, en vez de corregirlo con la misma pareja lo corrigen con el "recién llegado". Ahí lo dejo,entre el tintero para que cada quien le dé su respuesta íntima.Personalmete soy de las que pienso que la primera persona que merece esa corrección es quien la tuvo que padecer, el recién llegado seguramente no tuvo que pasarla difícil, y pues ya es bien sabido que todas las lunas de miel son dulces.

Hay otra cosa con la que me cuesta ser tolerante, y es ese maltrato silencioso que se da mucho en los hogares, doy un ejemplo para ser más clara: Si tenemos un amigo de visita, en casa, y mientras cenamos se le riega el agua sobre el mantel, que le decimos ?, lo gritamos?, y lo regañamos ? umm..no lo creo...pero si es nuestro hijo, el que lo hace, o si es nuestro marido o mujer?, que además por muchas circunstancias parecidas nos tiene "agotados" con tanto descuido para hacer las cosas?... ahí seguramente no tendríamos la misma buena cara, para decirle no te preocupes, ya te limpio el mantel..
Porque se llega al trabajo sonriente( no es que esté mal) y en la casa antes de salir no hubo sonrisas para nadie ?, es que los "amigos" del trabajo, merecen más mi buen genio y mis sonrisas que mi pareja o que mis hijos ?
Imagino que excusas pueden salir de todos las situaciones, y esta clarísimo, que en los líos de pareja cada uno aporta sus defectos, y debilidades para que hayan malas situaciones, pero porque no aportar las cualidades y bondades que también se tienen?

Otro punto, que con todo respeto comentaré a continuación, pero es que varias veces que lo he escuchado pues, me ha dado risa: Es que merezco ser feliz !...si contara las veces que he escuchado eso....
Claro que merecemos ser felices, pero que es ser feliz ?, ser feliz es herir a mi pareja, porque merezco ser feliz ?, es pasar por encima del proyecto de vida que significa vivir en pareja?, o es que valgo tanto pero tanto, que solo importa mi felicidad?, y donde queda la del otro?, debo pensar solo en la mia? creo que eso tiene un sencillo nombre, y es egoísmo..y un ser egoísta jamás podría vivir en pareja, es más ni podría vivir sanamente en sociedad, porque para que una sociedad marche se requiere entre otras cosas , dejar de lado el egoísmo.