miércoles, 3 de marzo de 2010

Manipulación

El dulce arte como le llamo, puedo asegurar que todos alguna vez o más de una vez lo hemos ejercido, o hemos hecho uso de él.
Pero mi escrito de hoy no vá a que nos demos golpes de pecho, o de pronto sí...Es que cuando lo veo demasiadas veces seguidas en la gente cercana a mi, no puedo ser indiferente, y me asusto mucho más si me lo veo a mi misma.
Pareciera que cuando nos entregan a los hijos, para que los criemos, formemos y luego se los entreguemos a la vida, nos entregaran también el chip que enciende la manipulación con ellos, y ay q ver lo expertas que podemos llegar a ser! Tanto a veces que hasta los hijos que menos reciben nuestro amor y cuidados se llegan a sentir culpables por nosotras las pobres mamás ante ellos.

Todos necesitamos afecto, eso está claro, pero a costa de qué, y a costa de quienes, yo sigo convencida que la salud mental de los seres amados es lo más importante así que no creo posible que se pueda tener sanidad mental si los hacemos sentir culpables, o ingratos ante las cosas que como padres, amigos, familiares hicimos por ellos.

Por más que el chip materno, o familiar o amistoso, nos haga ser manipuladores, cuestionemonos y corrijámoslo lo más pronto que podamos, eso es Amar.