lunes, 2 de mayo de 2011

Aprendizajes silenciosos

Casi sin darnos cuenta, aprendemos del que menos esperábamos, porque llega de manera silenciosa, se sienta, espera, y habla con cautela.
Cuando creemos que no hay más que hacer, resulta que sí, cuando sentimos lo que no queremos sentir, recordamos que podemos salir de allí, recordamos que solo nosotros decidimos si aceptamos la alegría o la tristeza o el dolor o el placer.
A veces necesitamos el sacudón de un buen amig@, ese que nos dice lo que no queremos escuchar, pero que cuando se retira, nos deja pensando y nos aporta la valentía de la que por momentos carecemos.