jueves, 19 de septiembre de 2013

Partida prematura

Por más que se pueda estar preparado, pienso que perder un hijo debe ser una experiencia de lo más dolorosa e incomprensible para nuestra alma.
Hoy mi mente está permanentemente con una vecina que acaba de entregar al infinito a su hija mayor, cuando apenas comenzaba la adultez.

No hay palabras para decir, creo que a todos nos duele la partida prematura de un ser recién empezando a Vivir.
Solo quedan los recuerdos, vivencias y también solo queda poco a poco acostumbrarse a vivir sin ese ser amado que  ha salido de nuestras entrañas.
Me solidarizo con ésta triste experiencia y deseo de todo corazón que el tiempo les dé la paz y el sosiego que merecen.