Cada vez noto más que es muy complicado darnos cuenta de quienes somos realmente, aprender a aceptarnos a si mismos, reconocer que tenemos virtudes y defectos y que estos defectos podemos modificarlos solo si tenemos la intención de hacerlo. Se requiere de un gran esfuerzo tomar la decisión de modificar y sobre todo la persistencia sumada a la fé de que lo vamos a lograr.
Todos tenemos un pasado importante en nuestra crianza que ha determinado en gran parte lo que somos de mayores, algunos tuvimos mas o menos atención de parte de nuestros progenitores, algunos tuvimos más o menos necesidades económicas, en fin, serían innumerables los factores que influyen en lo que ahora somos, esos factores son ya incambiables así sucedió y nada puede cambiarlo...lo que si puede cambiarse es nuestro presente, aceptar lo que todo eso pudo influirnos. Es importante autorevisarnos con mucha calma y tranquilidad para lograr detectar cuantos de nuestros comportamientos, decisiones tomadas han sido el resultado de esos momentos de la infancia.
Nada obtenemos negandolo, la realidad sigue allí, silenciosa, golpeándonos en nuestra vida diaria, llenándonos de temores de vacíos, de frustraciones.
Ojalá pudiéramos sacar unos minutos todos los dias para meditar en silencio y que vengan poco a poco las respuestas de lo que de veras quiere nuestra alma, con seguridad que toda esa tranquilidad mejorará nuestra vida personal y el entorno del que formamos parte.
