Por más que queramos hay ocasiones, decisiones, comentarios, relaciones, adquisiciones, que nos resistimos a que sigan su curso natural. La mayoría de veces queremos cambiar o modificar los resultados de lo que va sucediendonos en el camino, siempre pensamos que debemos influenciar en todo lo que nos rodea, y la vida misma nos va enseñando que no siempre puede ser así.
La vida sigue un curso, y tenemos que lograrle ver a la vida, lo que nos va diciendo entre líneas, cuantas veces una dificultad dolorosa no ha resultado en una experiencia positiva aplicable para otros campos de nuestra vida o de la vida de nuestra gente allegada...no siempre las cosas resultan como pensamos, pero lo que sí es seguro es que esas experiencias poco agradables, nos resultan necesarias para aprender a resolver conflictos posteriores, o simplemente para aprender la maravillosa experiencia de dejar fluir lo que tenemos pendiente.
