martes, 22 de febrero de 2011

Salud

La Salud es como una lotería ,en ocasiones traemos factores heredados, pudiendo ser de uno de uno de nuestros progenitores o cuando se mezclan entre sí. Pero en otras ocasiones es el resultado de los hábitos de vida que llevamos con el tiempo.
No solo influye lo que hagamos ahora, o lo que hicimos hace un tiempo pero que ya no hacemos, no funciona así. Funciona más bien, como la suma de costumbres que tuvimos, que tenemos o que seguimos manteniendo a través del tiempo.

Existen personas que por más que tengan buenos hábitos de vida como: ejercicio regular, adecuada alimentación, no fumar, beber con moderación y alegría en el corazón, siempre están con alguna condición médica, en muchos casos no aclarada.
Y qué complicada es ésta situación, porque lo que primero se piensa es que lo que la persona manifiesta sentir puede que sea una exageración suya y cada quién supondrá los objetivos de esa suposición.
Pero también hay personas que corren digo yo, con mejor suerte, porque sin cuidar de su salud, malcomiendo, fumando, no haciendo ejercicio, pues casi no tienen manifestación alguna de enfermedad. Aunque también pienso  que por muy buena suerte que tengan algún día su organismo resentirá todo ese maltrato, así sea en los años tardíos llamados vejez.

Cuando estamos jóvenes, en ocasiones no somos muy conscientes, que a través del tiempo y de lo que hagamos con nuestro cuerpo estamos preparándonos para tener una mejor vejez, para sufrir menos achaques, y para afectar menos a los  en ese momento nos rodearán, que estando asuertados serán nuestros familiares  o enfermeros.

Se pasan los años de juventud, en el disfrute que por supuesto es bastante lógico, pero también muy descuidados en otros aspectos. Asociamos juventud con hacer "locuras" pero en lo que no pensamos es que en última los únicos perjudicados con esas actitudes somos nosotros mismos, y nuestros hijos cuando seamos mayores, y tengan que ayudarnos por no haber sabido aprovechar mejor el tiempo.

 Siempre pienso, que el tiempo alcanza para todo, si se le dá a cada cosa su espacio determinado, podemos trabajar, descansar, hacer ejercicio, compartir con familia y amigos, para todo hay tiempo, pero si el trabajo es de 15 horas diarias, o dormimos 12 horas por día, pues así es casi imposible tener otras actividades que nos ayuden a mejorar la calidad de vida.

Quiero invitarlos a que pensemos un poco, en los hábitos que tengamos y mantengamos los buenos, y empecemos a cambiar los malos, que siempre se puede!